Aun a pesar de un problema familiar grave; este domingo, ante la necesidad de desconectar aunque solo fuera por un momento, he cogido mi cámara y me he acercado al monasterio de Melón, que ha sufrido alguna obra de mejora y consolidación. Y he realizado una serie de fotográfias, que ahora os subo alguna a modo de bocetos. Me quedé con las ganas de ir otro día con más tiempo y sobre todo con la cabeza más despejada. Prometo volver. Espero que os guste.
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